Los presidentes Obama y Bachelet han inaugurado la conferencia Nuestro Océano 2015 en Viña del Mar anunciando su compromiso para crear nuevas grandes áreas marinas protegidas. Desde hace años, la sobrepesca y la preocupación por los efectos de la acidificación del océano gana peso en la literatura científica y las fotos y alertas sobre islas de plástico y actividades industriales offshore alimentan nuestros periódicos. Afortunadamente, a este ritmo de acontecimientos parecen sumarse -¡al fin!- líderes políticos comprometidos dispuestos a impulsar medidas concretas para revertir la senda de destrucción. El océano forma parte de la respuesta a la pregunta sobre cómo podemos asegurar la prosperidad de un mundo cuya población se incrementará desde los 7.000 millones de habitantes actuales hasta 9.000 en poco más de 30 años. Así lo reconoce uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS en adelante). Su inclusión en la lista de los nuevos derechos del ciudadano global fue una dura e intensa campaña pedagógica y diplomática protagonizada, entre otros, por el Grupo de Amigos del Océano (GOFOs, en inglés) que empleó para ello, con éxito, los argumentos y recomendaciones del informe final de la Global Ocean Comission. [...] >> Lire la tribune en ligne [...]
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